Chile (El Mercurio, GDA). "Me he jubilado oficialmente", dijo Felix Baumgartner, el único paracaidista que logró romper la barrera del sonido en caída libre.
La confesión la hizo durante un encuentro, el martes, con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, con quien habló sobre su hazaña.
Según reconoció Baumgartner ayer en una entrevista para el programa de TV "Today" de la NBC, no disfrutó de su salto a la tierra desde más de 39.000 metros de altitud.
"Oficialmente me he retirado del negocio de las pruebas peligrosas", dijo.
El pasado 14 de octubre, el austríaco saltó de una cápsula remontada por un globo y en su caída alcanzó una velocidad de 1.342 kilómetros por hora.
Nueve minutos después del salto descendió con paracaídas en el desierto en Nuevo México.
"Ya lo he hecho todo. Ya tuve suficiente, ha llegado el momento de pasar a otra cosa", agregó.
Millones de personas observaron su caída libre en televisión y por Internet y vieron cuando, pocos segundos después del salto, Baumgartner empezó a girar violentamente, cabeza abajo, hasta que recuperó el control.
"Eso es lo que esperaba", dijo Baumgartner. "Me habían dicho que iba a girar y no hay forma de evitarlo. Cuando se gira tan rápido la sangre se va toda al cerebro y hay mucha presión”, explicó.
Y continuó: “Yo tenía que mantenerme consciente para detener esos giros y logré hacerlo. Tuve que usar todas mis destrezas en caída libre en esos cuatro minutos y veinte segundos iniciales".
Cuando le preguntaron si había disfrutado la experiencia, Baumgartner respondió: "Honestamente, no".