La esperanza de hallar vida en Marte sufrió un tropiezo luego de que la sonda robótica Curiosity confirmara la ausencia de metano en la atmósfera del Planeta Rojo.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) admitió que este hallazgo sorprendió a los científicos pues según las mediciones del Curiosity el nivel máximo de metano hallado en la atmósfera marciana fue de 1,3 partes en mil millones de volumen; es decir, la sexta parte de lo que se había calculado anteriormente.
El metano es el hidrocarburo más abundante en nuestro sistema solar, tiene un átomo de carbono unido a cuatro átomos de hidrógeno en cada molécula. En la Tierra este gas se libera a la atmósfera por procesos orgánicos como la digestión animal (ganado) y la descomposición vegetal.
Los investigadores apostaban a la presencia de este gas en Marte como una señal de vida ahí; sin embargo, luego de seis mediciones hechas por Curiosity entre octubre del 2012 y junio del 2013 no fue posible detectarlo. Las mediciones se hicieron con un instrumento conocido como Espectrómetro Láser Sintonizable, (TLS), por sus siglas en inglés. Este es extremadamente sensible y preciso. El director del Programa de Exploración de Marte, Michael A. Meyer, reconoció que la investigación sobre la vida en ese planeta debe tomar otro rumbo.
“Sin metano se reducen la probabilidades de que existan microorganismos productores de este gas en Marte. Empero, este es solo un tipo de metabolismo microbiano. Existen muchos microbios terrestres que no generan metano”, explicó el científico.
Meyer recordó que el metano puede ser también producido mediante procesos no biológicos.
El equipo investigador también descartó la posibilidad de que este gas se haya disipado.
“El metano es persistente, permanecería por cientos de años en las atmósfera de Marte. No existe ningún mecanismo conocido para que este gas desaparezca rápidamente de la atmósfera: ni biológico, ni geológico, ni por degradación ultravioleta de materia orgánica”, dijo el astrónomo Sushil Atreya, de la Universidad de Míchigan, coautor del estudio publicado en la revista Science .
La ingeniera costarricense Sandra Cauffman, subdirectora de la misión Atmósfera de Marte y Evolución Volátil (MAVEN), declaró que este hallazgo no afecta significativamente los objetivos de dicho proyecto. “Además de analizar la atmósfera de Marte para determinar los componentes, MAVEN va a estudiar cómo se produjo la pérdida de compuestos volátiles al espacio. No se puede decir con certeza que lo que se mide a un metro por encima del suelo, como lo hace Curiosity, es representativo de la atmósfera en total”, detalló.
Para Cauffman, la misión –que saldrá rumbo al Planeta Rojo en noviembre próximo– va a proveer los datos para verificar qué tipos de especies de gases hay en la atmósfera superior marciana.