Sí, ya sé: que los hombres, de Marte y las mujeres, de Venus. Pero la realidad no es tan simple, sobre todo desde que descubrieron qué significa NASA: unos argumentan que “Nuevos Avances sin Atraso”, otros que “Ni Así Saben Algo”. Por eso, los muy inteligentes (¿no lo dice su último telescopio, de nombre “Wise”?) pusieron un chunche a 500 kilómetros p´arriba, a dar vueltas y a sacar fotos como niño chico con la camarita de papá.
Con esa nueva ventanita, en solo seis meses divisaron 25.000 asteroides más y resulta que un centenar de esos elementos viaja cerquita' a menos de 48 millones de kilómetros. Por si acaso, no se vale agachar la cabeza. Todo lo leí recién en este matutino.
Según la teoría KISS (Keep It Simple, Stupid), esas estrellitas forman un mundo de asteriscos y otros signos ortográficos. En una floristería me explicaron que los asteres son como margaritas en el puro cielo. Pamplinas. Perdonen, yo, de una especie de hombrecitos pequeñitos hasta en el entendimiento, me quedo con la explicación de un conocido aviador que, nunca mejor dicho, se estrelló. Por dicha, antes dejó escrito que un principito, grande en saber para todos, vino desde el asteroide B 612. Ahorita lo encuentran. Pero ya sabemos: los adultos, ni escuchan, ni entienden nada y no hacen caso.
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