Los cambios en el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) se unen a los que se efectuaron en las jerarquía del MEIC y del MAG para expandir y darle la ventaja a los vientos proteccionistas, en detrimento de los de la apertura comercial, pese a que el Gobierno todavía niega ese efecto.
Los exfuncionarios del COMEX Francisco Chacón y Anabel González, y el exministro de esa entidad, Roberto Rojas, estiman que el país retrocedió en su avance hacia la apertura comercial.
Ganaron, tras todo el proceso, los industriales que prefieren tener aranceles (impuestos a la importación) altos a los bienes terminados y bajos a las materias primas, y los agricultores que buscan defenderse ante el ingreso de productos del exterior.
El cuadro gubernamental que impulsaría estas tesis, según el exviceministro del COMEX, Francisco Chacón, así como González, exdirectora de negociaciones comerciales del COMEX, se completó con la llegada de José Manuel Salazar Xirinachs, como jerarca del COMEX.
Las tesis de Salazar coinciden con las del jerarca del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), José León Desanti, y con las del superior del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Ricardo Garrón.
Conforme a eso, ganaron terreno a escala gubernamental las propuestas de los empresarios nacionales, una cosa que consideran clara si se analiza la carrera, relación y contactos empresariales de los tres ministros.
Al reconocer esta lucha por posiciones, los exfuncionarios del COMEX dejaron claro que se enfrentaron no solo con la Cancillería, sino también con los otros dos ministerios y salieron perdedores.
Garrón reconoció las discrepancias con los anteriores jerarcas del COMEX. Explicó que se opuso a las ideas de acelarar la apertura y promulgó que se realice conforme a los acuerdos en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Aplausos
El presidente de la Cámara de Industrias, Marco Vinicio Ruiz, dijo que con los cambios en el COMEX es de esperar un trabajo más coordinado.
"No puedo dejar de lado --precisó-- que a lo interno del Gobierno la ausencia de acuerdo entre la Presidencia, la Cancillería y el COMEX, afectó procesos como las visitas del presidente de Chile, Eduardo Frei, y del primer ministro japonés, Hyutaro Hashimoto."
Superado eso, Ruiz dijo que ahora urge una verdadera discusión para definir una política de comercio exterior "que en realidad no la ha habido". Denunció que al sector privado "se le tuvo en banca" en este campo.
Luis Ignacio Campos, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), reconoció las divergencias por las pretensiones de acelerar la baja arancelaria. "Con este tipo de posiciones --dijo-- no podíamos estar de acuerdo, pues se pretendía hacerlo sin dar espacio a la reconversión".
En la Cámara de Avicultores, su director ejecutivo, Alejandro Hernández, advirtió que la apertura se debe trabajar "inteligentemente", sin acelerar el proceso sino hasta que en el mercado mundial haya señales sobre el desmantelamiento de distorsiones.
Unicamente la Cámara de Comercio se opone al nuevo sesgo de la política comercial externa. El presidente del gremio, Carlos Federspiel, criticó el acercamiento a bloques de países como los del Caribe con el objetivo particular de añadir votos de varias naciones ante eventuales candidaturas a puestos internacionales.
Este sesgo es también, para el exministro Rojas, el principal efecto de los cambios. "El presidente (de la República), José María Figueres, ha determinado que el pensamiento del exministro José Rossi y su equipo no están acorde con sus propósitos en relación al comercio internacional, pese a que, retóricamente, se niegue y se diga que continúa el proceso de apertura".
La casa en orden
Pese a estas posiciones, el ministro Salazar aseveró que el país no frena ni retrocede en su política de apertura, pero reconoció que hay que ser pragmático en campos como el fiscal, donde es menor el costo de elevar los aranceles que el de otras medidas que afectan la estabilidad macroeconómica.
Además, el Ministro advirtió la necesidad de coordinar entre ministerios pues el nuevo concepto de comercio exterior --dentro de la globalización-- involucra prácticamente a todas las entidades del Gobierno.
Adelantó, en ese contexto, que el COMEX tiene mucho que decir en los campos de aranceles, negociación comercial centroamericana, negociación con el Caribe y protección a sectores agropecuarios.
Pero todo eso se analizará de manera coordinada con cada ministerio encargado y bajo las reglas de la política exterior general del país.
Por ejemplo, precisó, en las próximas semanas se dedicarán recursos a un exhaustivo estudio coordinado con el MAG sobre el agro nacional y sus requerimientos a la luz de la apertura comercial para continuar en condiciones competitivas.
Igual orden y coordinación se establecerá al negociar con bloques comerciales. Por esto, a partir de ahora Salazar se unirá al ministro Desanti del MEIC en la mesa técnica de negociaciones del istmo y al canciller, Fernando Naranjo, en la parte política.
Conflicto permanenteLa lucha por liberalizar el comercio y las ideas de proteger la producción interna centraron las relaciones entre los anteriores jerarcas del COMEX y los de los ministerios de Economía, Industria y Comercio (MEIC), de Relaciones Exteriores y de Agricultura y Ganadería (MAG):
Con el MAG
El COMEX se oponía a la creación de las corporaciones Hortícola, de Granos Básicos y Ganadera. Sostenía que son entidades privadas financiadas con fondos públicos y que obtienen preferencias sobre otros empresarios para importar productos.
Velocidad en la apertura. El COMEX impulsaba la baja de aranceles para productos agrícolas actualmente protegidos (leche, pollo, arroz, cebolla y papa). El MAG exigía una apertura más lenta.
Sistema de bandas de precios y aranceles (proyecto centroamericano) para proteger producción interna de ganos.
Política nacional de autoabastecimiento impulsada por el agro.
Con el MEIC
La política arancelaria debe manejarse en COMEX y no en MEIC, como ocurre actualmente. COMEX propuso crear un consejo arancelario. El MEIC se opuso y la idea se rechazó.
Alza en proteccionismo interno. Ocurrió al bajar de 5 a 1 por ciento los aranceles a materias primas y mantener sin alteración --en 20 por ciento-- esos impuestos de ingreso a bienes terminados.
Economía apoyó --contra lo expuesto por Comercio Exterior-- una petición del sector industrial para obtener, mediante ley, ventajas en el otorgamiento de compras del sector público.
Con Cancillería
En la cumbre de presidentes centroamericanos, realizada en el cantón de Guácimo, Limón, entre el 18 y el 20 de agosto de 1994 --tres meses después de asumir la actual administración--, se acordó efectuar negociaciones comerciales como bloque con otros países o grupos de naciones, sin que el COMEX estuviera presente.
En agendas de varias reuniones se incluyeron temas comerciales --acuerdos de libre comercio o el comercio bananero, por ejemplo--, sin que el COMEX estuviera enterado y mucho menos invitado.