San José (Redacción). El presidente Óscar Arias, quien caminó desde su casa hasta La Sabana, fue ovacionado a su ingreso al escenario del traspaso de poderes.
Llegó junto con sus hijos Silvia Eugenia, quien vive aquí en Costa Rica, y Oscar Felipe, quien llegó desde Londres, donde reside.
Arias iba con un traje de color oscuro sobre el cual llevaba la banda presidencial que entrega a Laura Chinchilla, quien fue su vicepresidenta de la República y ministra de Justicia.
Arias, una vez que subió a la tarima principal, saludó una a una a la cantidad de personas que estaban allí con apretones de mano y besos. Igual, el público. Se tomó su tiempo para saludar a los estudiatnes que presencian el acto de traspaso y agitó múltiples veces su mano derecha hacia la gente que presencia el acto.
Cuando salió caminando de su casa en Rohrmoser, Arias fue recibido por la Banda del Cuerpo de Bomberos y las sirenas de sus camiones. Los músicos entonaron la Patriótica Costarricense.
Funcionarios de Bomberos se apostaron a los lados del bulevar de Rohrmoser y a la salida de esta calle fue recibido por la banda de Orotina y agricultores de Cartago.
La banda presidencial fue colocada al presidente por parte de su asistente de muchos años María Ángel Solera.
En el camino el gobernante caminó acompañado por su gabinete, amigos cercanos, bandas musicales escolares y otros curiosos. Un detalle llamativo fue que la cantante Sandra Solano lo esperó y le cantó el tema con el que hizo campaña electoral en 1986: "Paz para mi gente, paz para mis campos, paz con Óscar Arias, paz que amamos tanto"...