EscucharEl presidente Óscar Arias Sánchez se despidió de su primera administración, hoy exactamente hace 20 años, con un voto de apoyo a la exploración minera.
La huella quedó en su último discurso de rendición de cuentas, proclamado el 1.° de mayo de 1990, ante la Asamblea Legislativa.
Ese día, el mandatario afirmó: “El futuro minero del país ha sido replanteado, gracias a los estudios realizados por el proyecto de Los Álamos y el proyecto Anglocostarricense, los cuales nos brindan información amplia y valiosa sobre nuestro potencial en recursos naturales”.
Dichos proyectos evaluaron el potencial minero del país. Uno fue patrocinado por el Servicio Geológico de Estados Unidos y el Laboratorio Nacional de Los Álamos (con sede en Nuevo México, EE. UU.), mientras que el otro tuvo la colaboración del Servicio Geológico de Gran Bretaña.
El primero de esos trabajos, por ejemplo, identificó posibles yacimientos de cobre en la cordillera de Talamanca.
Además, los estudios apoyaron la Conferencia Internacional del Oro que el primer Gobierno de Arias auspició en San José, en 1987, con la presencia de empresas del ramo de todo el mundo.
Luego de ese evento, entre 1989 y 1993 se tramitaron ocho permisos de exploración de oro, cobre y otros metales en Talamanca, aunque ninguno fue aprobado en el Congreso.
En el Gobierno que ahora termina, Arias suspendió los permisos para minería de oro a cielo abierto. Pero en el 2008 declaró de interés público el proyecto Crucitas, en San Carlos, lo que permitió que la desarrolladora de la mina cortara árboles. La explotación fue avalada por la Sala IV.
El trámite del proyecto Crucitas empezó en 1993 y recibió los permisos de explotación y de viabilidad ambiental en los gobiernos de Miguel Ángel Rodríguez y Abel Pacheco.
En su discurso de 1990, Arias también respaldó la exploración petrolera en suelo costarricense. El año pasado, en cambio, reafirmó su compromiso de no permitirla para buscar, en cambio, fuentes de energía como el agua, el viento y el vapor.
El mandatario advirtió que en muchos países empezaba a disminuir la participación del Estado, al tiempo que previó una mayor inserción de Costa Rica en la economía mundial.
Adujo que parte de ese proceso lo constituyeron acuerdos firmados con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para propiciar cambios estructurales.
“Estos consisten, básicamente, en hacer más competitiva a nuestra industria bajando paulatinamente los aranceles que protegen lo hecho en Costa Rica. El mercado interno es demasiado pequeño para pretender que, cerrando las fronteras, podamos garantizar el crecimiento económico”, declaró.
Al concluir ese mandato, Óscar Arias afirmó: “Hay sobradas razones para pensar que el sueño de hacer de Costa Rica el primer país desarrollado de América Latina será muy pronto una realidad”. Esa misma esperanza la pronunció al empezar su segundo Gobierno.
En 1990 también destacó la construcción de 85.000 viviendas y el inicio de la construcción de la carretera Costanera Sur (terminada esta semana).
Además, dijo que había quedado resuelto el financiamiento de las universidades, aunque ese tema resurgió en esta administración.
