Los políticos liberacionistas Rodrigo Arias Sánchez y Antonio Álvarez Desanti se negaron a revelar cuánto dinero han invertido en propaganda y publicidad desde que anunciaron su aspiración a la candidatura presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN).
El 3 de setiembre, La Nación les envió una solicitud de datos a los tres aspirantes que han pautado publicidad: Arias, Álvarez –quien desistió de su precandidatura el 18 de setiembre– y el exministro de Seguridad Fernando Berrocal Soto.
Berrocal fue el único que reveló cuánto dinero planea invertir en los próximos meses –¢75 millones–, y dijo que los fondos provienen de su patrimonio familiar. .
Sin respuesta. Un reporte que pidió La Nación a MediaGurú, del grupo Ibope-Time, reveló que entre enero y agosto Arias pautó cortos propagandísticos valorados en el mercado publicitario en ¢498,7 millones.
El informe señala que el espacio ocupado por los microprogramas de Álvarez en canal 7 tienen un valor equivalente a ¢576,3 millones.
MediaGurú usa como referencia los tarifarios publicados por los distintos medios de comunicación.
Dado el carácter público de las aspiraciones electorales de los tres políticos, este diario les solicitó detallar el valor de la publicidad pautada, cuánto dinero invirtieron en la producción de sus anuncios, así como copias de contratos y facturas que respaldaran dichos gastos.
Además, se les preguntó sobre el origen del dinero invertido.
Rodrigo Arias no contestó ninguna de las preguntas y alegó que la información solicitada “lesiona derechos de otros medios de comunicación privados”.
En una carta enviada el 20 de setiembre, Arias aseguró que las televisoras Teletica y Repretel no le permitieron revelar cuánto dinero les ha pagado por publicidad.
Dejó en manos del Departamento Legal de las televisoras el análisis de la solicitud que La Nación le planteó a él como precandidato.
En su misiva, Arias citó a Fernando Contreras, presidente de Repretel, quien, según el escrito, señaló: “Las negociaciones con nuestros clientes son de carácter privado, amparadas al principio de confidencialidad por razones éticas y de competencia, además de que son inversiones con fondos privados no sujetos a los controles de la deuda política que son recursos públicos. La Nación no está legitimada para solicitar esa información y en nuestro caso no estamos interesados en dar a conocer las negociaciones con nuestros clientes”.
Arias no reveló cuánto pagó por la producción de su publicidad, ni se refirió al origen de los fondos. Tampoco respondió una solicitud de entrevista sobre el tema.
No es política. Antonio Álvarez alegó que sus microprogramas, que se transmiten desde el 2011, no son propaganda política ni espacios en los que pida apoyo electoral.
“Muy por el contrario, es un espacio para dar a conocer ideas y puntos de vista diversos”, dijo.
El empresario se apoyó en una sentencia del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), que en el 2001 consideró que el programa Temas de Nuestro Tiempo , del excandidato liberacionista Rolando Araya, no era propaganda electoral.
“Planteadas así las cosas, no me corresponde hacer públicos los detalles de una negociación privada”, manifestó Álvarez Desanti.
El exdiputado y exministro, quien asumirá la jefatura de campaña de Johnny Araya, informó de que el dinero de los microprogramas proviene de su patrimonio familiar y los pagos son en efectivo, “sin ningún tipo de canje”.
“Aparte del último, en el que informo de mi apoyo a don Johnny, ninguno va a tener connotación de política electoral”, afirmó al ratificar que los espacios continúan.
Héctor Fernández, director del Registro Electoral del TSE, explicó que mientras los precandidatos presidenciales no estén oficialmente inscritos, su financiamiento no puede ser regulado por la entidad, pues la propaganda se considera una actividad privada “no sujeta a restricciones legales”.