No es casualidad que la gigante cadena HBO diera un paso al frente y decidiera titular su nueva serie brasileña de comedia como “fdp” (filho de puta, en portugués) y cuya abreviatura en castellano cambia ligeramente pero todos entendemos: HDP.
Y es que es muy posible que, tras un prolongado quebradero de cabeza, los creadores de esta prometedora comedia concluyeran que los árbitros del mundo bien podrían inscribir como marca registrada el insulto universal que un día sí y otro también, les recuerda a sus madres.
El caso es que, como lo demostrará HBO a partir de este domingo 26, a las 7:30 p.m., los árbitros son mucho más que el HDP que todos piensan y sus vidas (al menos en Brasil, uno de los megamonarcas del balompié mundial) están regidas por una vorágine que los lleva del infierno a la gloria dentro y fuera de la cancha.
La serie aborda el mundo del futbol desde ángulo nunca antes visto: el del árbitro. Por primera vez, quienes aglutinan el odio común en torno a ellos, ganarán reconocimiento por cuenta de esta comedia-drama, que muestra los conflictos éticos, la extrema presión y la violencia que enfrentan estos profesionales, destinados a estar para siempre en el fuego cruzado entre vencedores y vencidos.
Según los comunicados oficiales de HBO y los tráilers con avances de la serie, la trama retrata la vida de su protagonista, Juarez Gomes Da Silva (Eucir de Souza), un paulista de 35 años cuyo sueño es arbitrar en un Mundial de Futbol, pero pese a algunas victorias profesionales, su vida es una derrota. Abandonado por su mujer y separado de su hijo preadolescente, Juarez busca la manera de reconquistar a su familia y alcanzar el éxito, que empieza a sonreírle súbitamente cuando es elegido como réferi en la Copa Libertadores de América.
La forma de contar la historia es un gancho que muy probablemente atraerá a la teleaudiencia por goleada. Como dijo el director general Adriano Civita, en los especiales tras bastidores sobre la serie que ha estado transmitiendo HBO esta semana, “tuvimos que hacer la dramaturgia en la cancha. No filmamos futbol, la serie es sobre un árbitro, no es sobre un gol o jugada, es sobre la validación que realiza la máxima autoridad en el terreno”, dijo Civita.
Las tomas que acompañan sus palabras tienen intrínseca la pasión del “deporte rey”. Por ejemplo, ese momento soberbio, sublime, de concentración total, cuando el trío arbitral se alínea para ingresar a la cancha... entonces, de pronto, el ritual se vuelve hermosamente bestial cuando pisan la gramilla en medio de gritos de emoción ensordecedores: el espectáculo está por comenzar.
Entre las historias paralelas hay dos coprotagonistas que logran un ensamblaje perfecto con Juarez dentro y fuera de la cancha: son sus líneas y, a la postre, mejores a migos.
Se trata de Carvalhosa (Paulo Tiefenthaler), un hombre alegre y divertido que sabe los nombres de todos los bartenders de la zona y mantiene relaciones “históricas” con prostitutas.
El otro es Sergio Balado (Saulo Vasconcelos), el más calmado del grupo, tiene una relación casi paternal con Juarez y oculta su condición de gay bajo una fachada de macho.
En las entrevistas con ellos, transmitidas esta semana por HBO, los tres comentan casi con asombro la química que surgió desde el principio y fueron casi incapaces de hablar en serio más de 10 segundos sin bromear entre y reírse a carcajadas.
Juarez, el protagonista, contó que para realizar la serie tuvieron que convivir por meses con árbitros profesionales. “Ahí nos percatamos de cosas en las que uno jamás se fija cuando está en un juego: ellos corren 90 minutos y el cabello no se les mueve, se engominan de tal forma que salgan del campo tan prolijos como entraron. Corren y corren y no se ven cansados, no jadean, no se tocan, no se rascan, siempre tienen aplomo ¡eso nadie lo ve!”, afirma Juarez, quien ya en su rol como réferi se ve súper convicente y hasta dramático.
Como una escena en la que saca resueltamente la tarjeta roja a un jugador y, al mostrársela, se le acerca al rostro y le dice: “me duele más a mí que a ti”.
Otra historia fantástica que se cruza en la trama es la de Rosali (María Cecilia Audi) la madre de Juarez (¡aludida directamente desde el título de la serie!), quien es todo un personaje. Ama su rol de abuela pero no es, para nada, convencional: es fiestera, hace lo que quiere y tiene un novio argentino con el que retoza en las noches como si fueran quinceañeros, a pesar de que Juarez vive con ella.
Su novio, Guzmán (Adrian Verdaguer) es rechazado por Juarez al principio, pero terminan por desarrollar un vínculo muy especial.
La madre, por su parte, es capaz de ir al estadio y escuchar feliz de la vida los improperios contra su hijo y contra ella... siempre y cuando no le griten “vieja”. Ahí sí se vuelve loca y reta a los golpes a quien sea, ante la congoja de Juarez y de los demás ¡todo un personaje!
Una faceta inexplorada del ámbito de los réferis (al menos los que pitan en el futbol profesional en el mundo) es el que tiene que ver con sus viajes de trabajo.
Johnny Araujo, uno de los codirectores aseguró: “Algo que no habíamos contemplado hasta que convivimos con los árbitros reales es que ellos se rozan con el glamour. Cuando viajan se hospedan en los mejores hoteles, con comida espectacular y con mujeres que a menudo están dispuestas a hacerles pasar un buen rato”, afirma Araujo. Sobra decir que la serie abunda, con gran humor, en este tipo de situaciones en que se ven inmersos los hombres de negro.
La serie tendrá 13 capítulos de una duración de 30 minutos; algunos cuentan con la participación especial de los jugadores Neymar, Rivelino, Dentinho, Basilio y el periodista deportivo Juca Kfouri.
Con el furor por el próximo Mundial Brasil 2014 en plena ebullición, no cabe duda de que la temática de esta serie, las fabulosas tomas, las revelaciones sobre el mundillo arbitral y las actuaciones se conjugan con la coyuntura para que los fanáticos se den un manjar televisivo los domingos por la noche.
Como dice Juárez viendo fijamente a la cámara, en un primerísimo plano, al final de uno de los promocionales. “De aquí al Mundial ¡vamos con todo!”.