Mientras muchos no pudieron entrar en sus vehículos ayer a la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Calle no tuvo problemas.
Hace tres años este analista de sistemas decidió cambiar su modo de vida y compró un scooter eléctrico, que lo lleva a muchos lugares.
“Es un cambio de conciencia que debe reflejarse en todo. No uso ni reloj ni celular, y eso no me impide hacer mi trabajo”, comentó.
“Soy radicalmente verde, lo aprendí tras ver nuestras calles y ser testigo de la contaminación que hay a nuestro alrededor. Antes la gente decía que podía bañarse en el río Torres, y nosotros ya no podemos ni acercarnos ahí”, agregó.