San José (Redacción). A doce años de la histórica resolución de la Sala IV que impidió la técnica de la fertilización in vitro en el país, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio la razón a la ahora presidenta de ese órgano constitucional.
“Yo salvé el voto. La tesis que yo sostuve en la sentencia de la Sala es la que está confirmando la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, comentó la jerarca a La Nación .
En el 2000, Calzada y el entonces magistrado Carlos Arguedas sostuvieron que al implantar en el cuerpo de la mujer todos los óvulos fecundados se protege la dignidad de los no nacidos .
“La Técnica de Fecundación In Vitro (...) no es incompatible con el derecho a la vida ni a la dignidad humana, sino que por el contrario, constituye un instrumento que la ciencia y la técnica han concedido al ser humano para favorecerla”, señalaron ambos magistrados en sus consideraciones.
Para Calzada, lo ideal es que el Estado hubiese llegado a un acuerdo con los 18 demandantes, en vez de exponerse a la condena de la Corte.
“Tengo un doble sentimiento. Por un lado me siento muy contenta porque las familias pueden tener una fecundación asistida y también que esa era mi posición en la sala. Y por otro lado me apena que el Estado costarricense haya sido condenado por la CIDH, porque era innecesario.