David Rojas, de la Coordinadora Ni una sola mina, comentó que el fallo le devuelve la confianza a un amplio sector de la sociedad costarricense, "respecto a las instituciones y a la capacidad de canalizar las preocupaciones del pueblo y de los diferentes sectores sociales”.
Rojas aseguró que esto le devuelve la confianza. “Lo que corresponde en este momento es que el Poder Ejecutivo, en la figura de Laura Chinchilla, haga efectivo el pronunciamiento del Tribunal y deroge de una vez el Decreto No. 34.801 (que declara la minería de interés nacional)”.
“Estamos celebrando, parece que para este caso particular hubo justicia, las pruebas eran contundentes. Valoramos mucho que este Tribunal de forma respetuosa con el país haya podido hacer esa valoración” dijo la ambientalista Ástrid Sánchez.
Diego Marín, representante de Preserve Planet, aseguró que el 24 de noviembre del 2010 será una fecha para recordar: "Luego de haber sido aprobado un proyecto de Ley en la Asamblea Legislativa, que prohíbe la minería
metálica a cielo abierto, este veredicto sobre Crucitas coloca a nuestro país en la vanguardia de naciones que manejan de manera muy responsable sus recursos. La riqueza natural de Costa Rica se encuentra en su gran biodiversidad. Nunca seremos un país minero".