La rueda “adaptable” desarrollada por científicos de la Universidad de Leipzig está equipada con captores electrónicos que identifican el terreno -asfalto o camino de tierra - y saben si llueve, nieva o hace sol.
La llanta se ajusta, es decir, se agranda o se eleva incluso cuando el automóvil está en circulación.
“Esto significa que su vehículo está siempre equipado con la mejor rueda posible y que el ruido y el consumo de carburante se optimiza automáticamente”, explica Detlef Riemer, director d el equipo de investigadores.
Sin embargo, la comercialización a gran escala de una llanta inteligente no será para ahora, y los trabajos de investigación prosiguen, en particular sobre los materiales a utilizar. “Pero ya lo hemos patentado, por si acaso”. La Feria de Hanóver, el mayor salón profesional de la industria del mundo, abrió sus puertas el hoy y permanecerá abierta hasta el viernes.