Los niveles de anemia en la población costarricense se han mantenido prácticamente iguales en los últimos 15 años, situación que preocupa a las autoridades de salud, que concluyen en que esto se debe a malos hábitos nutricionales.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición de 1996, 26 de cada 100 niños menores de seis años presentan algún tipo de anemia, lo mismo que 19 de cada 100 mujeres en edad fértil y 28 de cada 100 entre aquellas que están embarazadas.
Si estas cifras se comparan con las de 1982, cuando se hizo la última encuesta, no se detecta ninguna variación significativa. Así, para ese año, la misma cantidad de niños y de mujeres embarazadas sufría anemia; en el caso de las mujeres en edad fértil, 20 de cada 100 tenían este problema hace 15 años, una variación de tan solo un punto porcentual con respecto a 1996.
A juicio de los especialistas, el meollo del problema está en el reducido consumo de hierro --elemento fundamental para la prevención de la anemia-- dentro de la dieta de los ticos. Este mineral se halla principalmente en los vegetales y la carne.
Hierro para prevenir
Como medida para paliar esta deficiencia nutricional, a más tardar en agosto próximo, la harina contará con nuevos ingredientes en su formulación: hierro, ácido fólico y vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y B3 (niacina).
De lo que se trata es de fortificar con estos elementos un producto de alto consumo popular como la harina, que es utilizada en las panaderías --entre otras cosas- para hacer las conocidas piñas de pan, producto prácticamente asequible para la mayoría de la población.
Las autoridades de Salud pretenden disminuir el riesgo de adquirir anemia, cuyas manifestaciones pueden ir desde el cansancio, la palidez y el desgano, hasta la pérdida de concentración, dificultad de aprendizaje y severos trastornos en el embarazo.
Según el ministro de Salud, Herman Weinstok, las empresas Molinos de Costa Rica y Fábrica de Harina de Centroamérica fortificarán su producto sin cargo adicional alguno para el consumidor; además, serán ellos los que cubran el costo de la medida.
Por el momento, la discusión entre especialistas se centra en la elección del tipo de sal ferrosa que se utilizará para evitar el oscurecimiento de la harina al adicionarle los citados componentes.