Desde el viernes pasado, los turistas extranjeros y funcionarios que trabajan en el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber, de Liberia, no pueden comprar alimentos ni bebidas.
Lo anterior a raíz de que la Contraloría General de la República no autorizó a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) a extender una contratación directa a la firma que tenía a su cargo ese servicio.
La prohibición quedó de manifiesto en un documento remitido a la DGAC, el 12 de este mes, por parte de la División de Contratación Administrativa del órgano fiscalizador.
Razones. En el texto –del cual La Nación tiene copia–, ese despacho de la Contraloría rechazó prorrogar el contrato que mantenía Aviación Civil con la empresa Casa Proveedora Phillips S. A.
Este aval había sido otorgado, en una primera instancia, en setiembre, en el entendido de que sería temporal mientras se ultimaban los detalles para la apertura de la nueva terminal.
Posteriormente, la Contraloría conoció argumentos en contra de la contratación directa por parte de Ataría de Bronce S.A., firma que tuvo a su cargo, hasta agosto, la venta de alimentos y bebidas en el aeropuerto guanacasteco.
Esa compañía alegó que su contrato se vencía en el 2012, pero que la DGAC le pidió rescindirlo en agosto pasado en vista de que la nueva terminal ya estaría funcionando. Ante tal reclamo, la Contraloría decidió no dar el visto bueno a la extensión del contrato entre Aviación Civil y Casa Proveedora Phillips S. A.
Verónica Grant, directora ejecutiva de la Cámara de Turismo Guanacasteca, lamentó esta situación.
“Los visitantes se están llevando un mal sabor de boca porque muchos deben esperar hasta dos horas por un vuelo sin acceder a comidas o bebidas, en una terminal que no tiene las condiciones adecuadas para atenderlos”, declaró Grant.
Luis Carlos Araya, viceministro de Transporte Aéreo, manifestó anoche: “La solución definitiva es la puesta en servicio de la nueva terminal en cumplimiento de todos los señalamientos que el órgano de control establezca. (...) Se realizan grandes esfuerzos por parte del órgano y de la empresa Coriport (concesionaria) para que la nueva terminal entre en funcionamiento a la brevedad”.