¿Sabía usted que el material con el que se fabrican los aros de sus anteojos, los uniformes de los bomberos y hasta la cerámica traslúcida de muchos frenillos dentales, fueron desarrollados gracias a las misiones espaciales?
Posiblemente, no. Aunque convivimos diariamente con inventos y avances de este tipo, poco sabemos de cómo se originaron.
Con el afán de reconocer el aporte hecho por el programa de transbordadores espaciales de la NASA a la medicina, la robótica, las nuevas tecnologías y la educación,
La colección pretende ser un material de apoyo para los niños costarricenses y sus familiares. Busca acercarlos al ingenio humano y la inventiva que marcaron más de un centenar de viajes a bordo de estos “taxis voladores”, que cargaron entre la Tierra y la
Se trata de unos pósteres cuyo tamaño equivale a cuatro páginas normales del periódico unidas, en donde encontrará una detallada información gráfica de cada una de estas naves, sus tripulantes y sus misiones.
Se hará un balance de logros, aportes y también errores.
La colección sigue el orden de nacimiento de cada uno de los transbordadores. Así, mañana, se empezará con un póster introductorio donde se muestra al vehículo prototipo, el
Después, vendrán el
Parte del menú informativo será conocer las causas de las dos catástrofes espaciales (la del Challenger y la del Columbia) que costaron la vida de 14 astronautas.
Los pósteres también ofrecerán un vistazo al interior de la ISS, complejo que flota a 386 kilómetros de la superficie terrestre y es un ensayo de cómo vivir fuera de la Tierra.
Transbordadores, fin de una era acercará a las personas también al telescopio espacial
También, se explicará cómo es el traje de quienes realizan las caminatas espaciales, como las que el costarricense Franklin Chang hizo en junio del 2002.
“Todo el mundo está preocupado porque los transbordadores dejaron de funcionar, pero creo que hay que pensar en una forma más positiva. Es decir, es un cambio, quizás un cambio necesario, un cambio de paradigma que es importante, porque la NASA tiene que evolucionar más allá del programa Apolo”, afirmó Chang.
“Esas tecnologías que fueron extraordinarias en su momento ya nos han dado lo que nos pueden dar y es hora de cerrar ese capítulo y abrir uno nuevo que puede ser mucho más emocionante y ciertamente para la juventud es algo que debemos hacer”, agregó.
Para elaborar esta colección, se acudió al Departamento Educativo de la NASA, así como a científicos de renombre como el propio Chang, quien realizó siete viajes a bordo de estas naves. Asimismo, colaboró Melania Guerra, doctora en Oceanografía, quien fue seleccionada en marzo por la organización sin fines de lucro Astronauts4Hire (A4H) para tener la posibilidad de recibir entrenamiento como astronauta comercial.